El autismo no es una enfermedad, sino una diferencia en el desarrollo del cerebro. Esto significa que las personas con autismo pueden experimentar el mundo de una forma distinta, con sus propios retos, pero también con capacidades excepcionales.
Esto es lo que hemos querido transmitir a nuestro alumnado a través de una charla, para que todos podamos entender que el autismo es una parte fundamental de la diversidad humana, y que como sociedad, debemos trabajar juntos para crear un entorno en el que todas las personas, sin importar sus diferencias, puedan prosperar.